Si hay algo que me molesta del día de hoy es precisamente haber olvidado la cámara...
Atravesaba la ciudad en medio de una tormenta que sinceramente no había vivido nunca, el granizo se acumuló en la calzada escondiendo las trampas de aquella autopista, mientras yo pensaba en lo mucho que me hubiese gustado estar afuera en vez de ir manejando mi bonito carro azul...
Cuando el agua empezó a subir, a jugar entre las puertas y a colarse por donde pudo mi desepción fue mucho mayor, y es que me hacía falta algo para que esa tarde fuese una buena tarde y seguro no era sol, nunca había manejado en esas condiciones, fue una experiencia nueva, y de no ir pensando en esto que les cuento seguro me habría estresado bastante pero iba tan inmerso en mis deseos de disfrutar esa tormenta que ante la angustia de mi mamá solo atiné a decir:
- "tranquila mama... de todas formas es la naturaleza, no tenemos nada que hacer..."
Debió ser buena respuesta porque pude seguir con mis pensamientos sin interrupción, imaginando posibles historias en esa marea de neblina, agua y trocitos de hielo, de vez en cuando volvía a reprocharme no haber llevado la cámara... pero me consolaba recordando que en el papel que representaba en ese momento igual no tenía la posibilidad de detenerme a guardar el paisaje.
Al final no hubo ninguna historia espectacular para traerles... para mi fue solo una fuerte tormenta mientras regresaba a mi casa, una tormenta que pudo ser genial, una tormenta que compartida sería buen recuerdo para una tarde de desocupe, lo único que me gusto fue que aún tenía tu sombrilla para cubrirme... y cuanto me sirvió... terminé mi tarea de domingo un sábado bajo la lluvia pensando en que estarías haciendo tu sin tu sombrilla...
Acabo de ver las noticias de la noche y me doy cuenta que lo que pasé no se acercó a lo que vivieron a la misma hora y por la misma tormenta las personas que si debieron soportarla en serio, pasaron la deseperación de ciudadanos que aterrados pedian perdon a Dios porque esto seguramente es un castigo por nuestros pecados, mientras que yo vi a unos cuantos niños disfrutando de este invierno inusual...
Algunos hasta lloraban por las pérdidas... comprensible la angustia, no?....
Pero los niños encontraron una excusa para jugar....
Sin ánimos de juzgar, a mi modo de ver las cosas, cada momento bueno o malo, o bueno más aún en aquellos difíciles cada uno lo vive de acuerdo a su conciencia...