Palabras...

Cuantas veces no hemos escuchado esa frase que dice: "Las palabras se las lleva el viento" esa es una característica de su extraña naturaleza, característica que se reserva únicamente para las "buenas palabras" para nuestras promesas para nuestros buenos propósitos, para cuando le decimos a alguien lo mucho que nos importa, cosas así.

Pero es una lástima que cuando cometemos errores y las palabras se nos escapan por algún motivo, éstas tomen tanto peso que dejen una gran marca, generalmente imborrable, muchas veces esos momentos explotan con violencia por que se han venido reprimiendo durante mucho tiempo pero eso no quiere decir que las cosas sean tal como se dicen, es una explosión desordenada que lo único que consigue es decir las peores cosas y de la peor manera, el problema es que no es posible regresar las palabras equivocadas, y explicarlas después ya no tiene sentido...

Disculparse, no hay de otra... pero volvemos al eterno mal natural de las palabras esas disculpas son tan leves ante la ofensa que por lo menos a mi no me han servido mucho, además que resulta bastante difícil hacerlo y bueno, también sé que es bastante difícil aceptarlas y lo peor es que como alguna vez lo dije: "Puedes disculparte y no dudaría de tu arrepentimiento, pero cada vez que debes hacerlo le resta valor a cuando me dices que me amas."